Las tarifas de Trump podrían activar el aumento de los precios del iPhone, pero la reparación puede ahorrarle dinero

Con la introducción de nuevas tareas aduaneras, cada nuevo dispositivo tecnológico corre el riesgo de volverse significativamente más caros para los consumidores estadounidenses. En un contexto económico incierto, la reparación se confirma como una de las soluciones más efectivas para reducir los costos y garantizar la mayor longevidad de los dispositivos existentes. Matt Zieminski de Ifixit, en un artículo publicado en el sitio web de la compañía, respalda esto, subrayando cómo el contexto actual hace que el derecho a reparar sea aún más relevante y estratégico.
Recordamos ifixit, una plataforma estadounidense especializada en reparación de dispositivos electrónicos que proporciona guías detalladas gratuitas, vende herramientas y piezas de repuesto originales o compatibles, y promueve activamente el derecho a la reparación. Colabora con empresas, técnicos e instituciones para hacer que la electrónica sea más accesible, sostenible y duradera.
La reparación es la opción más económica
Según un análisis realizado en enero pasado por la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA), una asociación tradicionalmente opuesta al derecho a reparar, según Zieminski, las nuevas tarifas aduaneras podrían aumentar el precio de la electrónica de consumo hasta en un 16,4%. Pero las cifras podrían ser aún más altas: el anuncio de la semana pasada confirmó las tareas incluso más altas que las hipotéticas por la CTA. Un ejemplo simbólico es el costo de producir un iPhone, que podría pasar de aproximadamente USD $ 550 a 850. Parte de este aumento inevitablemente terminará cayendo en el consumidor final.

Sin embargo, las reparaciones no son del todo inmunes a los efectos de estas tarifas. Los costos de comprar repuestos y herramientas también aumentarán. Sin embargo, como señala Zieminski, las reparaciones probablemente continuarán costando mucho menos que comprar un nuevo dispositivo y, por lo tanto, son la opción más racional y económica en un escenario de incertidumbre económica.
La producción local no es una solución inmediata
Mover la fabricación a los EE. UU. Podría mitigar parte del impacto de los aranceles, pero es un proceso largo, costoso e incierto. Construir fábricas, capacitar a los trabajadores y establecer cadenas de suministro locales lleva años, y no todos los fabricantes elegirán seguir esa ruta.
Es por eso que IFIXIT está proponiendo una ruta alternativa y más asequible: extender la vida de los dispositivos que los consumidores ya poseen. En lugar de esperar un renacimiento en la fabricación estadounidense, los fabricantes deben centrarse en la eficiencia y la durabilidad de la electrónica existente. Los fabricantes, dice Zieminski, deben aprender a anticipar problemas, no solo reaccionar ante ellos, y dar a los consumidores el conocimiento y las herramientas que necesitan para hacer reparaciones de manera segura y de manera confiable.

Las leyes de derecho a reparación han estado ganando terreno en los Estados Unidos, Europa y otros países en los últimos años. Si bien la aplicación es desigual, están comenzando a convencer a los fabricantes de que adopten un enfoque más colaborativo. Aquellos que eligen apoyar la reparación de manera proactiva, notas ifixit, obtienen beneficios tangibles en términos de lealtad del cliente, sostenibilidad ambiental y valor económico. E incluso si los deberes aduaneros se retiraran en el futuro, las compañías que han invertido en esta área continuarán beneficiándose.
Reparabilidad y colaboración
Los ecosistemas del mercado de accesorios actualmente permiten la reparación de muchos dispositivos, pero todavía hay brechas significativas. Para llenar estos vacíos, los fabricantes deben hacer un compromiso real, ofreciendo documentación clara, repuestos asequibles, disponibilidad rápida de componentes y diseño que se puede reparar por diseño.
En este contexto, IFIXIT propone una colaboración activa con las empresas: creando guías de reparación conjunta, distribuyendo piezas originales a través de su mercado, compartir datos técnicos para mejorar el diseño de dispositivos, construir redes de servicios, respaldar la red IFIXIT Pro e iniciativas educativas para capacitar a nuevas generaciones de técnicos e ingenieros.
Para Zieminski, la reparación no es solo una buena práctica o un gesto sostenible: es una necesidad estratégica para construir una economía más resistente. En un momento histórico en el que las incertidumbres económicas se están multiplicando, la reparación representa una respuesta concreta para reducir el impacto de los aumentos de precios, mejorar los recursos que ya tenemos y garantizar un futuro más sostenible.




