Rabbit R1: un nuevo dispositivo de inteligencia artificial ejecuta tareas de teléfonos inteligentes con LAM Power
Este es el primer producto de una startup estadounidense llamada Rabbit . Este ha sido diseñado por Teenage Engineering (quizás por eso nos recuerda un poco al PlayDate) y es, en definitiva, un compañero. Un pequeño dispositivo que podemos llevar con nosotros, que es completamente independiente del teléfono móvil y que se integra con los servicios más populares para que, mediante comandos de voz, podamos hacer lo que queramos. Veámoslo más de cerca.
Equipado con inteligencia artificial, su director general y fundador insiste en que el objetivo no es sustituir inmediatamente los teléfonos inteligentes. Con un precio de 199 dólares , el R1 es un dispositivo autónomo de IA con ambiciones excesivas.
Es un hardware muy simple.
En términos de apariencia física, se asemeja a una cámara de acción o una consola Playdate, luce un diseño compacto que presenta una pantalla táctil de 2,88 pulgadas, una cámara giratoria y una rueda de desplazamiento.
Debajo del capó encontramos un procesador MediaTek de 2,3 GHz, 4 GB de memoria y 128 GB de almacenamiento, todo ello en un chasis redondeado diseñado por Teenage Engineering. Su batería promete un día de autonomía, equivalente a la de un smartphone clásico.
Rabbit OS con un 'modelo de gran acción'
Pero la verdadera innovación radica en el software: Rabbit OS y su tecnología de inteligencia artificial subyacente. A diferencia de los grandes modelos de lenguaje como ChatGPT, Rabbit OS se basa en un "modelo de acción grande" (LAM). Sirve como un controlador versátil para diversas aplicaciones. En espíritu, Rabbit OS funciona un poco como Amazon Alexa o Google Assistant. Puede administrar su música, pedir un automóvil, comprar, enviar mensajes y más, todo a través de una única interfaz.
En lugar de crear API y convencer a los desarrolladores para que admitan R1, Rabbit entrenó su modelo para utilizar aplicaciones existentes. LAM es un método que permite al dispositivo aprender a realizar acciones y repetirlas de forma autónoma. El R1 también ofrece un modo de entrenamiento específico. Puede enseñarle una tarea al dispositivo y se supone que podrá reproducirla por sí solo después.
Entonces, si alguien le pide al R1 que solicite un Uber para la oficina, seleccione música para el viaje y notifique a su equipo sobre un ligero retraso, el LAM interactúa directamente utilizando las aplicaciones necesarias para ejecutar estas funciones.
Rabbit desarrolló el portal web Rabbit Hole para combinar a la perfección múltiples servicios. Esto incluye el uso de una máquina virtual Rabbit para instruir a los dispositivos sobre el uso de aplicaciones como Photoshop, eliminando la necesidad de instalaciones de software individuales. Por el momento, esto sigue siendo muy teórico, pero entendemos cómo funciona.
El enfoque de Rabbit es ingenioso. Alentar a los desarrolladores a dar soporte a un nuevo sistema operativo plantea una tarea formidable, incluso para las grandes corporaciones tecnológicas. LAM de Rabbit invierte esta dinámica simplemente entrenando el modelo para usar aplicaciones. Rabbit OS tiene el potencial de convertirse en el equivalente de ChatGPT para la App Store. Obviamente hay muchos desafíos y tenemos muchas dudas, pero la idea es fascinante.
El Rabbit R1 está disponible para pedidos anticipados, y el CEO Jesse Lyu espera su entrega en marzo, con la ambición de adelantar al AI Pin de Humane en el mercado.
