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¿Un teléfono LCD de 152 g en 2025? La japonesa Mode1 reaviva la esperanza de los entusiastas del cuidado ocular.

¿OLED o LCD? Esa es la cuestión. Para finales de 2025, encontrar un smartphone con pantalla LCD se ha convertido en todo un reto. El mercado está prácticamente dominado por las pantallas OLED, lo que ha generado un grupo de usuarios que proclaman: «¡Las LCD jamás serán esclavas!». Estos entusiastas se han manifestado con fuerza en las redes sociales, llegando incluso a lanzar el movimiento «Salvemos las LCD». Para estos fieles seguidores, un rayo de esperanza se vislumbra en el horizonte.

Recientemente, el fabricante japonés Mode1 anunció el lanzamiento de un nuevo teléfono, el Mode1 Pocket, el 11 de noviembre. Su característica más llamativa, en una era dominada por las pantallas OLED, es su audaz uso de una pantalla LCD. Además, es un teléfono compacto, con un peso de tan solo 152 gramos. Si bien esto puede parecer un renacimiento para los defensores de las pantallas LCD, ¿es este dispositivo tan esperado el amanecer que anhelaban, o simplemente otra ilusión pasajera?

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¿Una pantalla LCD pequeña?

Antes de analizar el teléfono, conozcamos la marca Mode1. A diferencia de los gigantes globales, Mode1 es una marca de smartphones perteneciente a la compañía japonesa P-UP World, especializada en productos de nicho y diferenciados. Entre sus lanzamientos anteriores se incluyen dispositivos ultrarresistentes y teléfonos minimalistas, como el conocido teléfono plegable Mode1 Retro 2. El Mode1 Pocket sigue esta filosofía. En un mercado de teléfonos grandes y pesados, su peso de 152 g y su pantalla de 5,3 pulgadas ofrecen una refrescante sensación de ligereza que atraerá a los amantes de los dispositivos compactos.

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Sin embargo, la impresión positiva inicial podría desvanecerse al encender la pantalla. Si bien es una pantalla LCD de 120 Hz, su resolución es de apenas 1560x720 (720p), bastante obsoleta para 2025. El rendimiento también se ve comprometido. Incorpora el MediaTek Helio G99, un chip de gama de entrada de hace algunos años, suficiente solo para el uso diario, no para juegos exigentes. Otras especificaciones incluyen una pequeña batería de 2900 mAh, carga por cable de 15 W, resistencia al agua IP65, NFC, conector para auriculares de 3,5 mm y, sorprendentemente, carga inalámbrica de 7,5 W. En definitiva, el Mode1 Pocket es un producto de nicho para el mercado japonés, donde su pantalla LCD parece responder más a una cuestión de control de costes que a una característica pensada para el cuidado de la vista.

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¿La esperanza para las pantallas LCD reside en BOE y otros?

Aunque el Mode1 Pocket pueda resultar decepcionante, la verdadera esperanza para la tecnología LCD podría estar gestándose en la cadena de suministro. Recientemente, BOE anunció oficialmente una nueva solución de pantalla móvil de gama alta basada en su tecnología ADS Pro. Esta solución promete mejoras significativas, incluyendo un brillo máximo de 1500 nits, una fluida frecuencia de actualización de 144 Hz, un consumo energético un 20 % menor y un sensor de luz bajo la pantalla que permite marcos ultradelgados. Además, se rumorea que otro fabricante chino de pantallas está probando un panel LCD 1.5K de gama alta con una alta frecuencia de actualización adaptativa y bordes finos. Si estos avances se confirman, significa que fabricar un teléfono LCD de gama alta con una experiencia comparable a la de las pantallas OLED es ahora tecnológicamente factible. La pregunta es: ¿qué marca dará el salto? Honor, centrada en la tecnología para el cuidado de la vista, y Motorola, conocida por sus estrategias disruptivas, parecen candidatas potenciales.

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¿Un teléfono con funciones reales de cuidado ocular es solo una fantasía?

Podemos imaginar un teléfono LCD ideal: una pantalla de 1500 píxeles y 144 Hz, un procesador potente, una batería de más de 7000 mAh y un excelente sistema de cámaras. Sin embargo, la realidad presenta desafíos. Un teléfono LCD de gama alta probablemente sería más grueso y pesado que su equivalente OLED debido al módulo de retroiluminación. Además, tendría que prescindir del sensor de huellas dactilares bajo la pantalla y optar por uno lateral o trasero, lo que le restaría atractivo como un teléfono insignia moderno. Esto representa un riesgo comercial significativo que la mayoría de los grandes fabricantes no están dispuestos a asumir.

Mientras tanto, el debate sobre el cuidado de la vista ha trascendido la simple discusión entre atenuación DC y PWM. Las pantallas OLED convencionales han mejorado significativamente gracias a la atenuación PWM de alta frecuencia, la tecnología de baja emisión de luz azul y las pantallas adaptativas. La salud ocular se ve más influenciada por los hábitos y la duración del uso que por el tipo de pantalla en sí. Por lo tanto, la verdadera victoria para los defensores de las pantallas LCD quizá no radique en la llegada de un teléfono LCD perfecto, sino en cómo su persistente defensa ha impulsado a toda la industria a priorizar el desarrollo de tecnologías de visualización más saludables para todos los consumidores. En definitiva, este progreso es mucho más importante que el material de la pantalla en sí.

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