De estrella del CES a problemas financieros: ¿Qué salió mal con el Rabbit r1?
Si a un producto se le atribuyera el mérito de catapultar el "hardware de IA" a la conciencia pública, el Rabbit r1 sería sin duda uno de los principales contendientes. Cuando debutó en el CES 2024, este pequeño dispositivo naranja capturó la atención mundial con su diseño retro de Teenage Engineering, su gran sistema operativo de lenguaje natural (rainbowOS) basado en modelos, y su audaz promesa de "reemplazar las aplicaciones y controlar todos los servicios con una sola frase".

Sin embargo, esta otrora aclamada empresa, considerada pionera en el sector, se enfrenta ahora a graves dificultades financieras, con rumores de impagos de salarios durante varios meses y huelgas de algunos empleados y equipos subcontratados. A pesar de las noticias sobre las dificultades financieras, el sitio web oficial de Rabbit sigue operativo, e incluso ofrece el r1 con un descuento de 159 dólares y una política de devolución de 30 días. Esto sugiere que el proyecto no se ha descartado por completo, a diferencia del Humane AI Pin. El director ejecutivo de Rabbit, Jesse Lyu, ha reconocido la grave presión financiera, atribuyéndola a los contratiempos para entrar en el mercado indio, una decisión difícil teniendo en cuenta que el salario mensual medio del país ronda los 250 dólares, lo que convierte un dispositivo de inteligencia artificial de 199 dólares en un lujo para la mayoría.
La situación actual de Rabbit ha llevado a muchos a adoptar una visión pesimista sobre el futuro del hardware de IA. Sin embargo, es demasiado pronto para emitir tal juicio. El auge de los grandes modelos de IA es un fenómeno reciente, y el hardware de IA aún está en sus inicios. El fracaso de una empresa no implica el fracaso de toda una categoría.
¿El conejo se cayó porque dio un salto demasiado grande?
Durante el frenesí de la IA en 2024, un simple concepto podía atraer una enorme inversión y atención. Rabbit, con un producto tangible listo para la venta, se convirtió en el centro de atención de la carrera de la IA, y muchos lo llamaron el "próximo Apple" o anunciaron otro "momento iPhone". Inicialmente, Rabbit presentó resultados prometedores, anunciando más de 100.000 unidades vendidas de su producto de primera generación para agosto de 2024, convirtiéndolo en el hardware de IA más vendido del momento. El entusiasmo se vio alimentado por demostraciones de producto casi mágicas, pero a medida que la expectación se desvanecía, los usuarios descubrieron una brecha significativa entre lo prometido y la realidad. El problema principal no era solo la duración de la batería; era que muchas funciones clave mostradas en las demostraciones simplemente no estaban disponibles. La verdadera razón de su fracaso fue su intento de construir un "reemplazo de smartphone" en un mercado inmaduro. Se extralimitó.

La ambición de Rabbit de usar su Modelo de Acción Grande para tareas complejas como reservar vuelos a menudo resultaba en una experiencia torpe que tomaba minutos, en comparación con los segundos de un smartphone. El dispositivo ofrecía más "valor emocional" que eficiencia real. Además, su diseño de hardware presentaba fallas: la pantalla era demasiado pequeña para información compleja, y la cámara, una función clave, carecía de una aplicación de "visión de IA" de alto impacto. Esta combinación de hardware elevaba los costos, mientras que la falta de una función destacada e indispensable la dejaba en una posición incómoda. Su modelo de negocio, basado en costosos modelos comerciales de IA sin cuota de suscripción, también era insostenible. El sueño de un ecosistema "sin Apple" resultó ser una fantasía, lo que obligó a Rabbit a introducir posteriormente "Creations", que permitía a los usuarios entrenar scripts de automatización, admitiendo así que no podía escapar del ecosistema de aplicaciones existente. En esencia, el fracaso de Rabbit no se debió a que el hardware de IA fuera un concepto defectuoso, sino a que intentó innovar en la interacción, reconstruir la industria del hardware y remodelar el ecosistema del software, todo a la vez, una tarea monumental para cualquier startup.
Los fabricantes chinos tienen sus propias ideas sobre el hardware de IA
¿Acaso el declive del interés en dispositivos de IA de uso general como Rabbit supone el fin de la categoría? En absoluto. La verdadera pregunta es cómo debería integrarse el hardware de IA en el ecosistema inteligente existente. En lugar de aspirar a ser el "próximo smartphone", un mejor enfoque podría ser perfeccionar la experiencia para un grupo específico de usuarios o una situación particular. Los fabricantes chinos ya están explorando este camino. Por ejemplo, la empresa de software de oficina DingTalk lanzó el DingTalk A1, un dispositivo centrado exclusivamente en la grabación de reuniones y la colaboración en la oficina. En esencia, una grabadora de voz ultradelgada, se integra a la perfección con el ecosistema DingTalk para transcribir automáticamente grabaciones y generar tareas de proyecto. De igual forma, están surgiendo gafas y auriculares con IA, centrados en funciones específicas como la traducción de fotos y la mejora del audio en tiempo real, respectivamente. En comparación con los ambiciosos avances realizados en el extranjero, las empresas chinas están adoptando una estrategia más conservadora, centrándose en ampliar los formatos de hardware existentes para cultivar los hábitos de los usuarios antes de avanzar hacia dispositivos de IA más complejos y multifuncionales.

El hardware de IA no debería pretender reemplazar a los teléfonos inteligentes
Una característica clave del enfoque en China es que el hardware de IA está diseñado para complementar, no reemplazar, a los smartphones. Ignorar el dispositivo inteligente más omnipresente del mundo y su ecosistema maduro es una estrategia errónea. Aprovechar el ecosistema de aplicaciones de un teléfono y la potencia de procesamiento del dispositivo puede mejorar significativamente la experiencia del hardware de IA. El mayor error de Rabbit fue su decisión de competir directamente con el smartphone, un gigante consolidado. Parece que Rabbit ha aprendido esta lección, ya que afirma que su producto de próxima generación será un dispositivo "tres en uno" más completo. Por ahora, es poco probable que los grandes avances en hardware de IA se produzcan de la noche a la mañana. La tendencia actual es gradual, centrándose en perfeccionar las experiencias de usuario en escenarios específicos. Quizás en unos años, descubramos que todo a nuestro alrededor se ha convertido en "hardware de IA" y el debate sobre los ecosistemas de hardware será cosa del pasado, porque la IA estará en todas partes.
























































